martes, 25 de diciembre de 2007

La cuestión del género en las elecciones argentinas y en la campaña por las primarias demócratas en EE.UU. y su reemplazo por la discusión de fondo sobre los programas de gobierno

Según puede verse en la campaña electoral por las primarias demócratas para elegir candidato a presidente para el 2008 el eje de discusión es casi con exclusividad la diferencia de género entre Hillary Clinton y el resto de los precandidatos. En el debate público, realizado en Las Vegas, Nevada el jueves 15 de Noviembre transmitido en Argentina por CNN en Español, Hillary centró su intervención en base a la supuesta discriminación que se le realiza de parte del resto de los aspirantes por ser mujer, pero gracias a una chicana política expresó que el ataque era porque ella iba primera en las encuestas.


Los diarios de Estados Unidos últimamente le han seguido la corriente y cada comentario a su programa aparece como un ataque directo hacia ella por ser mujer.


Aquí queda muy claro cual es el peligro de este tipo de discusión. No tanto cual es el trasfondo de ella. Empezando por la primera: el precandidato Barack Obama, según yo creo, expuso (como puede verse en el debate realizado en Charleston, Carolina del Sur el lunes 23 de Julio) el mejor programa de gobierno demostrando conocimiento y proyectos en cada área, pero la prensa estadounidense no destacó esto sino los ataques constantes de John Edwards a Hillary Clinton, supuestamente por ser mujer. Por su lado la ex primera dama se dedicaba ante cada pregunta grabada a primero agradecer a quien hablaba por algo que hubiese hecho, destacando su patriotismo o entrega por su país. Este vaciamiento de ideas por parte de la campaña está llevándola hacia un ámbito más similar a nuestros pagos latinoamericanos, teñido de un populismo demagógico que a un debate sobre programas, sobre ideas y sobre un posible gobierno de cada precandidato.


Las motivaciones son dos: La primera es que efectivamente Hillary Clinton va primera en las elecciones y como está muy cómoda en esa posición, al igual que hiciera Cristina Fernández de Kirchner, evita todo tipo de discusión seria y de fondo sobre que haría con su eventual gobierno. Cabe recordar que en la ciencia política actual los programas son considerados parte del accountability, enriqueciendo el debate público y bajando el nivel de expectativas, incertidumbre e inestabilidad. Por otro lado, otra motivación es que en la política actual, en cualquier parte del mundo, incluso en la potencia imperial, la capacidad de los políticos es muy poca y su preparación pasa más por la imagen, el marketing y la retórica. Pero carecen de una idea clara de país; lo que puede llevar a decisiones equivocadas por consejo de algún asesor trasnochado o en búsqueda de intereses personales y corporativos, afectando los intereses de todos.

Milan C. Jelic

1 comentario:

La Maga dijo...

No soy una liberal acérrima, mas bien soy una convencida de que el Estado tiene que intervenir en la economía, pero mi querido amigo su articulo dejar entrever (aunque no implícitamente) una preferencia por la igualdad sobre la libertad, que puede acarrear graves consecuencias.

Ante todo, ¿de que igualdad estamos hablando? Nuestra constitución ampara la igualdad de oportunidades, la igualdad ante la ley, defiende un mínimo salario y ciertas condiciones básicas a otorgarle al trabajador, pero de ninguna manera defiende la idea de que usted propone al afirmar como Tocqueville que "las personas prefieren vivir sin libertad y todos iguales en la esclavitud a que haya diferencias entre ellos"

Hay que reducir diferencias, garantizar condiciones básicas a partir de las cuales cada persona pueda elegir su camino. No igualar y seguir igualando, eso conduce sin duda a un estatismo desenfrenado que no conduce al desarrollo sino que más bien lo atasca.

Además, las diferencias que separan a los hombres no son solo económicas. Las hay naturales, políticas y culturales. Y por tanto, no podemos generalizar tanto.

Movimientos de oposición a Chavez, grupos que pelean por el reconocimiento del género, grupos indigenistas. ¿Qué tienen en común? Justamente el pelear por que sus diferencias sean reconocidas, por poder expresarlas, pro tener una voz de disenso, dudo mucho entonces que los hombres, prefieran reducir las diferencias al mínimo, o al menos todas las diferencias.

Coincido con que es aberrante la situación de pobreza en la que viven ciertas personas hoy en día, pero mi amigo cuide y mida sus palabras o empezaremos a confundirlo con un jerarca nazi…