Cuba post-Fidel
Desde los problemas de salud de Fidel Castro, los medios de comunicación han venido formulando hipótesis sobre cuál va a ser el futuro de Cuba cuando muera Fidel. Es un tema complejo ya que muchas veces despierta amores y odios muy profundos relacionados más con aspectos psicológicos e irracionales de las personas.
Observamos ambas posturas. Primero está esa visión más romántica de jóvenes idealistas que lucharon contra una dictadura como la de Fulgencio Battista, que lograron llevar a la práctica sus ideas obteniendo los mejores índices en salud, alfabetizar a su población y resistir por años un duro bloqueo del imperialismo estadounidense (aunque “imperialismo” y “estadounidense” me parece que resulta redundante).
La otra postura es aquella que afirma que no se hace una dictadura para establecer una
revolución, sino que se hace una revolución para establecer una dictadura y que en este régimen autoritario de Fidel hay control de los medios de comunicación, de la oposición, presos políticos, etcétera.
La realidad parece que se encuentra entre medio de ellas.
Ahora, ¿Qué sucederá cuando muera Fidel? La respuesta en ambos casos creo que es la misma. Por un lado dirán que los hombres mueren pero las ideas perduran, y todavía más las buenas ideas. Por la otra visión, la historia nos indica que hasta los regímenes más duros sobreviven a sus personajes más importantes. Como por ejemplo los casos también comunistas de Mao o Lenin-Stalin.
Observamos ambas posturas. Primero está esa visión más romántica de jóvenes idealistas que lucharon contra una dictadura como la de Fulgencio Battista, que lograron llevar a la práctica sus ideas obteniendo los mejores índices en salud, alfabetizar a su población y resistir por años un duro bloqueo del imperialismo estadounidense (aunque “imperialismo” y “estadounidense” me parece que resulta redundante).
La otra postura es aquella que afirma que no se hace una dictadura para establecer una
revolución, sino que se hace una revolución para establecer una dictadura y que en este régimen autoritario de Fidel hay control de los medios de comunicación, de la oposición, presos políticos, etcétera.
La realidad parece que se encuentra entre medio de ellas.
Ahora, ¿Qué sucederá cuando muera Fidel? La respuesta en ambos casos creo que es la misma. Por un lado dirán que los hombres mueren pero las ideas perduran, y todavía más las buenas ideas. Por la otra visión, la historia nos indica que hasta los regímenes más duros sobreviven a sus personajes más importantes. Como por ejemplo los casos también comunistas de Mao o Lenin-Stalin.

Contratapa de la Revista Barcelona, 18/08/06
Por lo que podemos concluir que de un día para el otro no cambiará el régimen. Por otro lado, hoy los cubanos no se preocupan que sucederá luego de Fidel, sino después de Raúl, su hermano, ya que ven como natural esta sucesión, pero los cambios podrían empezar con él. Lo mejor será un cambio lento, una reforma progresiva para ir abriendo el juego político. Habrá que darle garantías a los miembros del Partido Comunista Cubano para que accedan a esto. No se puede descartar la posibilidad de que se exilien a un país comunista o pseudo-comunista como China y Corea del Norte, o también la hipótesis bolivariana con Evo Morales, Correa o Chávez y su socialismo del siglo XXI, que nadie sabe bien qué es.
El PC en la isla hace décadas que controla ideológicamente a la población, maneja la prensa, propaganda, etcétera. Si hoy se diesen elecciones libres, democráticas, casi seguro que ganan los mismos que gobiernan hoy en Cuba e incluso que perduren por varios años más.
Ahora bien, parece que esto beneficia sólo al PC y que del otro lado se pierden muchas fichas. Pero a veces es necesario sacrificar unos peones para ganar la reina.
Se darán más libertades en forma progresiva, se crearán nuevos medios de comunicación y los cubanos podrán enterarse de qué pasa en el mundo, la economía crecerá ya sin ese absurdo bloqueo y lentamente se reforzarán las instituciones y surgirá una oposición que se consolidará o no dependiendo del éxito o fracaso del gobierno.
Estoy convencido que es la mejor opción. La forma más racional, tranquila y barata de solucionar este problema. A pesar de que como un ex-presidente argentino con apellido capicúa (aunque no trajo suerte para nada) dijo una vez que la política es el arte de lo posible. Y ésa fue una de las pocas veces que tuvo razón.
Juanito Laguna
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