El Pueblo quiere saber de qué se trata…
“El Justicialismo es una nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista” Perón, Verdad XIV del Peronismo, 17 de Octubre de 1950.
Mas allá del papel central que ha ocupado el peronismo en los últimos 60 años de la historia argentina y la discusión que puede generarse en torno a ello, intentaré esclarecer en pocas líneas algunos de los dilemas de Mr. Gorilla, ya que estoy profundamente convencida de que un verdadero cristiano puede ser también un verdadero peronista.
Mas allá del papel central que ha ocupado el peronismo en los últimos 60 años de la historia argentina y la discusión que puede generarse en torno a ello, intentaré esclarecer en pocas líneas algunos de los dilemas de Mr. Gorilla, ya que estoy profundamente convencida de que un verdadero cristiano puede ser también un verdadero peronista.
Creo -al igual que Mr. Gorilla- que a lo largo de su historia el Peronismo ha cometido muchos errores, y soy partidaria de que el movimiento debe reconocerlos, hacerse cargo, e idear nuevas soluciones que apunten a la construcción de una nueva Argentina. Sin embargo, las faltas que este puede haber cometido, en nada invalidan sus principios.
Para poder captar la esencia del peronismo es necesario volver a sus principios. Propongo entonces remontarnos a 3 temas fundamentales que reflejan la estrecha consonancia del peronismo con el cristianismo:
1-Visión del hombre.
“Levantamos la bandera en defensa de nuestra doctrina, en defensa del hombre…del hombre autentico y total…materia y espíritu…inteligencia y corazón…individual pero social, material pero trascendente, limitado pero infinito…” Perón en la clausura del IV congreso internacional de Cardiología, septiembre de 1953.
Queda claro entonces que el Peronismo concibe al hombre de la misma manera en que lo hace la Iglesia Catolica. Propone la idea de un ser trascendente, unido en cuerpo y alma, y que es por naturaleza un ser social. Afirma también que el hombre es valioso, no por lo que tiene ni por lo que hace, sino por lo que es. Y es justamente por eso que todas las políticas que se implementen deben estar orientadas al servicio del mismo.
Muchos objetaran que esto también puede encontrarse en otros partidos o movimientos políticos. No comparto esa posición. El peronismo es de los únicos movimientos que hacen del hombre el centro de todas las cuestiones.
El otro gran partido de la historia Argentina, la U.C.R. surge en defensa de una idea moral cuyo centro son las instituciones. Cual lema: “Pueden pasar los hombres, pero lo que quedan son las instituciones”. De ahí se deriva que en el actual sistema de partidos el discurso radical gire en torno a la defensa de la república.
2-Justicia social.
Este concepto constituye una de las banderas del movimiento peronista y encuentra su fuente de inspiración en la Doctrina Social de la Iglesia.
Mientras Mr. Gorilla centra su argumento en los desbordes institucionales del peronismo, este introduce un término que ayer, hoy y mañana formará parte de la primera prioridad de todo gobernante: la distribución del ingreso.
Si bien es cierto que muchas de las reformas realizadas por el peronismo no fueron una creación original del mismo, sino que mantuvieron una línea iniciada por el radicalismo y socialismo, esto no hace más que reforzar las virtudes justicialistas.
En primer lugar, porque no se gobierna tan solo con ideas, sino que también se necesita de la fuerza del poder. Fuerza que permite generar cambios profundos y de esta forma transformar la realidad cotidiana de cada Argentino. La U.C.R. no ofrece un cambio radical en el día a día, nos regala una gran camada de escritores, pensadores y artistas.
En segundo lugar, porque la capacidad de gobernar no implica hacer tabula rasa con el pasado, sino más bien reconocer los méritos de gobiernos anteriores, y construir a partir de sus aciertos.
Perón comprendió claramente la necesidad de conciliar capital y trabajo, y fue el primer político que comprendió el lugar central de las masas trabajadoras, fenómeno ignorado hasta este momento. El lugar central del hombre en el esquema peronista, unido a la creciente desigualdad que se estaba generando, explican una serie de concesiones (que hoy nos parecerían excesivas) hechas al movimiento de los trabajadores: sucesivos aumentos de sueldo, aguinaldo, vacaciones pagas, etcétera… todas tendientes a igualar un poco más a los argentinos. Todas estos logros, originales en la historia Argentina, ya formaban parte de la Doctrina Social de la Iglesia desde hace 60 años, y allí la inevitable unión entre Justicialismo y Cristianismo.
3-Tercera posición.
Este concepto no es más que una invitación a adoptar una posición intermedia entre el totalitarismo y el individualismo extremo. Propone una alternativa -conforme a la tradición cristiana- de entender el orden político, social y económico de forma tal que permitan estar al servicio del hombre y de esta forma revalorizarlo de acuerdo a su esencia. También plantea la necesidad de recuperar la nacionalidad argentina, que la Nación sea quien tome las riendas del futuro y sea capaz de tomar decisiones que apunten al fortalecimiento y desarrollo del país.
He manifestado cómo estos principales conceptos peronistas -supongo ya conocidos por todos- no ponen en riesgo al cristianismo, sino todo o contrario. El peronismo es un espacio en el cual un católico, apostólico, romano puede poner en práctica su vocación política, y desde allí generar repuestas concretas para la Argentina.
Por último, y volviendo a hacer referencia al reiterado argumento de los errores peronistas, me gustaría citar a un renombrado profesor de nuestra querida Universidad quien suele decir que “No se puede conocer las ideas de un hombre, si no se conoce su tiempo”. Lejos de justificar dichos errores, solo invito a mirarlos -y juzgarlos -a tono con el espíritu de la época. Y a recordar constantemente- tal como lo propone el cristianismo- que somos hombres, por tanto limitados y sujetos a la posibilidad de equivocarnos.
La Maga
11 comentarios:
Ante todo los felicito por armar el blog, espero que se nutra de elevado pensamiento constructivo.
Luego, sobre el tema de este artículo y sobre el de "San Perón" creo que es imposible deslindar una acción de gobierno de los errores cometidos. Aun más cuando esos errores dividieron a la sociedad argentina hasta la actualidad en bandos irreconciliables. Como dijo Félix Luna en una artículo suyo, comentanto el fracaso del programa conciliador de Lonardi: "Las tropelías del 'régimen depuesto' eran tantas; habían sido tan numerosos los agravios y se habían creado situaciones tan injustas que era muy díficil creer que los humillados y afectados tolerarían su continuidad"(1). Hasta la intención creo yo que fue mala, porque no se puede lograr tanto mal para una país solo por error.
Con respecto a la motivación que te mueve, no dudo que es cristiana, pero el peronismo en su conjunto no tiene tu misma intención, la de ellos es otra, como ejemplo bastan un puñado de intendentes del conurbano bonaerense para demostrártelo. Igualmente aliento que luches por cambiarlo, pero nunca te olvides que el "movimiento", como vos decís, no fue creado en pos del Bien Común sino que fue creado para mantenerse en el poder.
(1) "Utopías y realidades que dejó la Revolución Libertadora", Diario La Nación, Política, página 10, 23 de Septiembre de 2005.
Antes de dar mi opinion quiero felicitar a La Maga por su articulo, que esta escrito de una manera muy amena y con una prosa excelente.
Ahora con respecto al contenido del mismo no puedo mas que transcribir parte del Sermon de la Montaña dicho por Jesus.
"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis"
Estimada Maga ¿Cuales son los frutos del peronismo?
Sldos
Estimados:
Agradezco mucho sus comentarios, aunque debo admitir que no concuerdo con ellos. Y es justamente eso lo que enriquece el debate. Por eso, me dispongo a manifestar mis discrepancias...
Creo que el principal motivo del fracaso de la estrategia conciliadora de Lonardi fue la división existente en el seno de las Fuerzas Armadas, y no “las tropelías cometidas por el régimen depuesto”.
Me gustaría recalcar que las divisiones existentes en la Argentina no nacen con el Peronismo, sino que son anteriores a la elección de 1946, y son responsables de su agudización tanto el Peronismo como los gobiernos que se sucedieron a partir de 1955. Estos fueron incapaces de entender el hecho peronista. Lejos de querer reintegrar a las masas peronistas al sistema político nacional, sucumbieron en vanos intentos de “desperonizar” a la sociedad, lo cual contribuyó únicamente a polarizar las divisiones existentes.
Culpar a Perón de la división latente en la sociedad argentina es algo muy similar a quienes indican a Rivadavia como uno de los culpables de la abultada deuda externa argentina por el préstamo de la Baring brothers. La sociedad argentina es –lamentablemente- una sociedad signada por la violencia. Violencia física (unitarios y federales, década del 70) y violencia verbal (lo que nos sucede día a día). Perón tiene parte en estas culpas, pero no es quien la origina, y ni quien hoy en día, desde San Vicente, sigue provocando la violencia y posterior división.
En segundo lugar, me extraña ver como estudiantes de Ciencias Políticas se escandalizan ante la palabra “poder”, cuando este no es más que un simple instrumento que todo político necesita para sacar adelante un país…
Y en cuanto a los intendentes del conurbano bonaerense repito: no defiendo el accionar de cada uno de los miembros del partido Peronista, sino los principios que este postula.
“Por sus frutos los conoceréis”…
En un contexto en el cual la Argentina durante 50 años había recibido un flujo incesante de inmigrantes, surgen dos problemas principales. Por un lado la llamada “cuestión social” y por el otro la conocida “cuestión argentina”.
Es justamente Perón quien resuelve gran parte de estos problemas. Por un lado, se generó una mejora real en los salarios de los trabajadores, y se alcanzaron una serie de beneficios sociales tales como el seguro de accidente y enfermedad, la jubilación, el salario familiar, las vacaciones pagas, el salario vital mínimo o el aguinaldo. Estas medidas permitieron que la clase obrera mejorara su calidad de vida, disminuyendo la desigualdad entre las distintas clases.
Por el otro, podemos ver como la idea de Nación está muy presente en el esquema peronista, y es Perón quien incorpora en su calidad de argentinos a quienes poblaban nuestra tierra desde hacía décadas.
Por eso, es que uno de los principales logros del Peronismo fue el haberle dado un lugar a la clase obrera en el esquema político-social argentino, empezando a conformar de este modo la llamada “Conciencia Nacional”.
Para finalizar, no puedo obviar -desde mi condición de mujer- el impulso que significó el establecimiento del voto femenino. Algo que hoy, sorprendentemente, no es universal y en 1949, no era original, pero bastante atípico, en relación al resto del mundo
Al igual que en la vida, no todo es color de rosa. El Peronismo tiene su contracara. Y es por eso que sostengo con fuerza que debe admitir sus errores y plantear nuevas soluciones que apunten al crecimiento del país. Es claro que hoy el Partido Justicialista necesita una renovación interna, que permita recuperar y volver a poner los principios que lo respaldan al servicio de los Argentinos.
La Maga
Dejemos de lado la inútil discusión de los extremos de lado por un momento. Si entendemos que absolutamente TODO régimen tiene en su haber tanto acciones rescatables como otras criticables (a pesar de poder darse a partir de allí una comparación entre las mismas y la gravedad o bondad de dichas obras) nos ahorraríamos el tener que aclarar cada vez que decimos algo que "Es cierto que también tiene cosas buenas/malas" inmediatamente antes de enfatizar sólo aquellas que pretendamos.
Sí, esto ocurre también con el peronismo, "cosas" (tradiciones, concepciones, actos de gobierno, etc.) tanto buenas como malas, pero dabemos concentrarnos en la totalidad. A fin de cuentas, casi cualquier ideología coherente (obviamente exceptuando las extremistas), medianamente moderada y aggiornada a la realidad puntual de cada país tiene la capacidad de ser muy positiva.
Por otro lado, si es esto así, si casi cualquier ideología moderada con una base amplia y que tienda a un bien común antes que sólo a uno clasista es igualmente aceptable, ¿qué lugar queda para el espectro político, para las diferencias entre los partidos, movimientos, corrientes? Sólo dos, el análisis de la ideología en sí y el de las obras de sus miembros.
Cualquiera puede ver que en ambos planos el peronismo tiene fallas. A saber, y demasiado brevemente para ser considerado un análisis serio, en el plano ideológico las contradicciones entre piezas doctrinarias como las Verdades y posteriores consignas de Perón que no parecen compatibilizar con las mismas (ya fueron mencionadas en el primer artículo dedicado al tema) y en cuanto a las obras, tenemos grandes avances en la inclusión social masiva (entre otras cosas) contra excesos como la llamada "peronización de la sociedad" y muchas de las más recientes acciones de los miembros del movimiento (véase San Vicente, a modo de ejemplo, también en un artículo previo de este blog).
Hemos visto y se ha argumentado, a mi parecer, correctamente acerca de las verdades y puntos doctrinarios positivos en la obra de Perón, pero la pregunta fundamental persiste: ¿se puede, después de tan extensa historia y tantos y tan contradictorios hechos rescatar al peronismo, convirtiéndolo desde dentro en algo aún mejor? No seré yo quien determine esto, y cada uno es libre de intentarlo.
A mi parecer, sin embargo, sería más productivo y mejor, al fin y al cabo, para todos (tanto peronistas como opositores al mismo) comenzar una nueva corriente, o apoyarla si se cree que alguna de las actuales representa esta idea fielmente. Lo que necesitamos es algo que nuclee, algo que nos permita rescatar lo mejor del peronismo (y de tantas otras posturas igualmente discutibles) para integrar. Tal vez esta sea la clave. El peronismo es cierto, ha sido históricamente mayoritario, sin embargo son muchos los opositores y muchas las personas que tienen diferencias insalvables con éste fundadas en el recuerdo, principalmente. Necesitamos algo que no tenga aun historia y que la construya con lo mejor de todos, las cosas que la gran mayoría de la gente de uno u otro (u otro) bando pudiese aceptar. Lo que necesitamos, en fin, es pluralidad y concertación, las mismas pluralidad y concertación consideradas por otro de los artículos en este blog (tal vez con derecho) simples "maquillajes" en el rostro de casi todos los aprtidos actuales.
La única novedad, el único cambio real posible, es que dichas pluralidad y concertación no se construyen ensalzando al "mejor" partido o movimiento y pretendiendo que los demás se subordinen a él y simplemente "dejen de criticar desde la oposición". Al contrario, sólo podemos lograr este ideal plural con todos, son lo mejor de todos, viendo y permitiendo que todos vean lo rescatable de cada uno, dejando lo equivocado en el pasado, no olvidad, sino como enseñanzas de errores pasados de los cuales aprender. Éste debe, asimismo, ser el destino también de ese gran movimiento llamado peronismo: subordinar su identidad, sin perderla, a un fin mayor, el de todos.
El equipo de “sinperspectiva08.blogspot.com” quiere hacer su aporte a este espacio de debate, con la visión de Argentina frente al mundo, resumida en una foto y frase de Churchill, en la presidencia de nuestro general.
nose como mandar el jpg?
Mi estimada Maga:
Mucho se ha dicho sobre las supuestas coincidencias del peronismo y la doctrina social de la iglesia. Es posible que sea así. En particular creo que no. Por un lado tengo mis serias dudas que exista una doctrina peronista. Esta crítica es usualmente dirigida al peronismo. Yo subo la apuesta y diría que es lamentablemente una característica de los dos grandes movimientos que signaron la política argentina en el siglo XX: el radicalismo y el peronismo.
Se trata de movimientos doctrinariamente débiles, estructurados en forma bastante elástica en torno a conceptos: la justicia social en el caso del peronismo, la defensa de las instituciones en el caso del radicalismo. Fuera de ello no hay mucho más y eso es lo que explica la amplia diversidad ideológica de ambos partidos. En la UCR convivían López Murphy y Alfonsín, en el peronismo Montoneros y la Triple A.
Dejo a los radicales para otro posteo. Volvamos al peronismo. Me parece peligroso defender la afinidad peronismo-cristianismo sobre la base de las palabras de Perón: el general dijo lo que dijo en el Congreso de Filosofía, pero también dijo que "a la violencia hay que responder con más violencia" (lo cual no es muy cristiano que digamos). Podríamos abundar en citas de Perón para un lado y para el otro, pero lo que quiero decir es que si un día Perón se definía como cristiano, al otro, y dependiendo de la audiencia que tuviera, podía manifestar admiración por el Duce, Mussolini, Stalin, etc.
Con respecto a lo que dice mi estimada Maga respecto a la centralidad del hombre en el peronismo y la crítica que hace a los radicales por pensar que los hombres pasan y quedan las instituciones tengo dos cosas que responder:
1) Perón también creía que la instituciones quedan y los hombres pasan. No en vano decía el General que "la organización vence al tiempo"
2)tengo mis dudas sobre si el peronismo pone al hombre en el centro. ¿Acaso no es parte constitutiva fundamental del credo peronista eso de 'primero la patria, después el movimiento y después los hombres'?
¿Se puede ser cristiano y peronista? Desde ya, como se puede ser cristiano y radical (de hecho, los católicos fueron participantes activos de la revolución en la que se originó la unión cívica, germén de la UCR) o judío y peronista (como Borlenghi, Filmus y tantos otros) o musulmán y peronista también.
Diría que es peligroso para la salud del cristianismo en general y del catolicismo quedar identificado con un movimiento político en particular. Ya Tocqueville lo advertía en la democracia en América, que recomiendo que relean sobre este punto en particular.
Por otro lado, la identificación ha llevado a algunos errores de interpretación. Por ejemplo en 1954, el entonces secretario general de la CGT llegó a decir en un acto en el Luna Park que el único que había aplicado la doctrina de Perón antes de Perón fue Cristo (saquen ustedes las conclusiones sobre las implicancias de la frase).
¿Es el peronismo un buen lugar para hacer política para un cristiano? La respuesta es empírica y para nada dogmática. ¿Pueden los cristianos hacer política desde otros partidos como el socialista, el radical y demás? También.
Ni las palabras ni las acciones son buenas para justificar la afinidad de la doctrina social de la Iglesia y el peronismo. Uno tiene todo el derecho a pensar que efectivamente esa afinidad existe, pero en el caso que sea así, la que va a pagar el costo va a ser la doctrina social de la Iglesia, y no el peronismo.
Una chicana para la Maga: me confunde un poco que tu nick sea el de un personaje de un libro de alguien que se exilió por el peronismo y que escribió un cuento bastante duro respecto del peronismo como Casa Tomada.
Es cierto que después Cortázar escribió "El Libro de Manuel" y adoptó una postura pro movimientos de liberación nacional que lo acercó al peronismo de izquierda, pero la realidad es que Cortázar era bastante gorilón en su juventud.
Parece ser que el peronismo no puede cambiar al pais, pero tampoco se puede hacer sin él.
Por esto adhiero a las palabras de John William Cooke que desde su visión marxista afirmaba que el Peronismo no desaparecerá por sustitución sino mediante superación dialéctica, es decir, no negándolo, sino integrándolo en una nueva síntesis.
Sin entrar en la discusión del texto en cuestión, permítaseme, desde mi humilde lugar, una corrección de carácter teórico. Adhiriendo a la visión dialéctica, no necesariamente marxista, pero si hegeliana, la negación es un momento NECESARIO. No hay dialéctica sin negación. Para hablar de dialéctica, si por lo menos estamos hablando de una verdadera dialéctica (contemplo aquí la posibilidad de que haya una "falsa dialéctica" o por lo menos interpretaciones erroneas de la misma), hay que hablar de negación, sin miedo. La negación en el marco de la dialéctica es una hermosa y exquisita palabra.
Por eso Juanito Laguna, niño pintado en algún cuadro, tome mis palabras como las de Ramona Montiel he imagínesela hablando de Perón y su "ismo", diciendo que; la superación dialéctica del peronismo (como a nosotros nos gusta pensarla) implica necesariamente su negación.
No me atrevo a conjeturar cuál será su momento particular, dónde estará escondido el "germen de su propia destrucción" ni cuál será el resultado del movimieto; sólo me consuela pensar que la síntesis (además de contener a los momentos anteriores) es superadora.
Por eso Juanito, Ramona propone que para hablar de dialéctica hablemos de negación, que para imaginar una superación del peronismo, volvamos a hablar de negación.
Querida Ramona Montiel, talvez no fui muy claro en la forma de expresarme, y es muy cierto que como estudiantes de ciencias políticas debemos buscar mayor nivel académico como aconsejas en otra parte del blog… niña que juega a aprender, pero ya aprendió lo necesario… lo que quería decir es que parece ser que al peronismo no hay fuerza opositora que pueda vencerla, superarla. Por supuesto que en toda dialéctica es necesaria la negación, pero sólo ella no puede acabar con métodos y formas tan arraigadas en la cultura política nacional que son propias del peronismo. La superación será con muchos elementos del peronismo como también de aquello que represente su negación, que ansiosamente estamos esperando. En las últimas elecciones presidenciales vimos una lucha pareja entre tres fuerzas para llegar al ballottage que desafortunadamente eran todas peronistas. Se relaciona con lo que dice el doctor Manuel Alcántara Sáez en el diario Perfil de hoy cuando afirma que el peronismo es el problema y también la solución. Cito textualmente cuando dice que el legado peronista es muy fuerte y ha difuminado las identidades políticas porque todo termina confluyendo en su interior. El peronismo es un problema y también la solución porque es un sistema dentro del sistema que termina presentando un esquema muy perverso de peronismo y antiperonismo. Y presenta situaciones, como puede estar sucediendo ahora mismo, en las que el antiperonismo se queda sin espacio político. Talvez la dialéctica no sea la mejor forma de buscar soluciones a este gigante invertebrado y miope, como lo llamaba Cooke. El peronismo es terriblemente complejo, amorfo y difícil de definir. Parece ser que nada se puede hacer sin ciertos elementos que le son propios porque su legado es abrumador. Es un tema extremadamente complicado, talvez, mi querida Ramona, podamos conversarlo un día de estos en algún cuadro de algún famoso pintor rosarino… no sé quien dijo una vez que el diablo sabe por diablo, pero más por peronista. Sería curioso que del seno mismo de donde proviene el mal, naciese también el remedio…
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