domingo, 8 de abril de 2007

Maldito Octubre

Y, los enemigos del mes son…. La paleta cocida, y el queso cuartirolo.

El miércoles 4 de Abril, el INDEC (o lo que queda del mismo) anunció la inflación del mes de marzo y el costo de la canasta básica de alimentos. Ambos registraron aumentos (0,8% y 3,6% respectivamente) y entre ellos, la paleta cocida y el queso cuartirolo lideran el podio de las subas. Como sucedió con la lechuga, la naranja, la merluza y la carne, es de esperar una ofensiva del Comisario Moreno para reprimir estos aumentos, y sumar a sus productores a la larga lista de enemigos nacionales, según el gobierno K. Enemigos apátridas que, a espaldas del pueblo, aumentan los precios injustificadamente para lograr un margen de ganancias excesivo. Y, ahí es cuando interviene nuestro Presidente para salvarnos de tamaña injusticia y junto con el comisario, poner las cosas en su lugar. ¿Alguien lo cree?

¿Alguien realmente cree todavía en el índice de precios que emite el INDEC? ¿Alguien cree que los precios subieron sólo 0,8%? ¿Alguien cree que en el sector del turismo los precios no suben, sino que hasta hay deflación? ¿Es creíble que la medicina prepaga subió sólo 2%, cuando el 90% de los afiliados eligió el plan con subas del 22%? Perdón por tantos porcentajes, pero no salgo de mi asombro. Demasiado bueno para ser real.

Como Álvaro Alsogaray pronunció la célebre frase “hay que pasar el invierno”, este Presidente pronuncia, en ámbitos reservados, “hay que llegar a octubre”, y después se verá. Con esta misma lógica, se maneja el tema de las papeleras. Primero, había que triunfar en las elecciones de gobernador en Entre Ríos, y se ganó. Y, ahora hay que tirar hasta octubre, y después se verá.

Para octubre, le informo al señor Presidente que se pondrá en marcha la producción de pasta celulosa en Fray Bentos, y también estimo que la ruta nacional 136 seguirá cortada. Igualmente, hay que llegar a octubre, y con algunos gestos chauvinistas y gritos contra Tabaré, todo se disimulará.

Para octubre, promediando el fin del año escolar, seguramente muchas provincias no alcanzarán los prometidos 180 días de clase en el año. No es suficiente: probablemente, se siga culpando a ley federal del menemismo y se prometan nuevos fondos para el año próximo.

Para el mismo mes de octubre, seguramente la gran mayoría de los gremios estén reclamando nuevos aumentos en los sueldos de sus afiliados para el año próximo. No hay que preocuparse: el mismo Kirchner arreglará con Moyano un tope que vaya del 10 al 15%, y problema solucionado. La verticalidad sindical y la generosidad presidencial solucionan estos problemas.

Para octubre, seguramente la sensación de inseguridad se habrá cobrado más víctimas. También, imagino que, a la altura del décimo mes del año, el transporte público seguirá siendo tan ineficiente como es hoy. No todo se soluciona con subsidios ilimitados.

Un país en serio no se construye con la mira obsesionada en un punto determinado del almanaque eleccionario, ni cayendo en la obsesión del índice de precios o en la creación de supuestos enemigos. La acumulación de reservas del Banco Central, un índice de precios relativamente estable, cuatro años consecutivos de crecimiento económico son logros que fortalecen a todo gobierno. Sin embargo, cuando el Presidente se obsesiona en perseguir a 200 consignatarios del mercado de Liniers como si fueran corsarios, cuando se cierran las exportaciones de carne para que baje el precio en el mercado interno, y éste, sorpresivamente, sube y lo que es peor, se vacían rápidamente las góndolas, cuando se desprecian casi 200 años de hermandad con Uruguay y se le entrega la política exterior del país a una asamblea de vecinos, uno se pregunta si todo esto no indica una falta de un proyecto amplio y extensivo a todos los argentinos.

Sr. Presidente, si como Usted afirmó quiere coronarse en la historia, no imagine solamente que mañana tendrá que resolver el paro de los docentes, o apuntalar a su candidato en la Capital. Proyecte un país para una generación, y no necesariamente una generación en la cual Usted o su mujer se perpetué en el cargo de Presidente. No hay productor de queso cuartirolo, ni Secretario de Estado norteamericano que detenga la marcha de un país hacia el desarrollo. Que así sea.

Martín Fierro

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